Una fotografía ultra realista de un cerdo de pie sobre sus patas traseras, tocando un piano. El cerdo está cubierto de barro y paja, con gotas de agua aún aferrándose a su pelo áspero. Su postura es pesada y natural, reflejando la verdadera anatomía del cerdo, con pequeños ojos expresivos que reflejan la luz. El fondo es un patio de granja fangoso con un granero de madera rústica y paja esparcida, capturado bajo una luz diurna natural y difusa. La escena en su conjunto es detallada y cruda, sin exageración ni estilización, capturando la esencia de un auténtico entorno de granja.