Una poderosa hechicera, de unos 30 años, con largo cabello oscuro, feroz y poderosa, vestida con una fluida túnica negra con intrincados bordados de plata, de pie en una catedral gótica con altos techos abovedados, ventanales de vidriera y un intrincado trabajo en piedra. El aire está impregnado del aroma del incienso y el sonido de cantos. Ella está invocando un fuego dinámico y poderoso desde sus manos, rodeado de un vórtice de energía. Las llamas son de un vibrante color naranja intenso, con tentáculos de humo y brasas danzando en el aire. Su mirada es cautivadora, con una intensa ferocidad que refleja su poder. La luz etérea que emana de sus manos es un cálido resplandor dorado, iluminando el fuego giratorio que ella está invocando. Su pose es dinámica, con una pierna ligeramente doblada, su vara levantada y sus ojos fijos en las llamas. Tiene un aura ígnea alrededor de su cuerpo, una energía vibrante y pulsante que suma a su poderosa presencia.