Esta detallada ilustración captura un paisaje costero tranquilo, con una persona sentada sola en una mesa de madera en una ladera cubierta de hierba que da al océano. La persona tiene la espalda hacia la cámara y lleva una camisa de rayas claras, pantalones oscuros y un sombrero oscuro. Está concentrada en su trabajo, iluminada por una pequeña lámpara de escritorio negra colocada sobre la mesa. La mesa es sencilla, con líneas limpias y un acabado de madera natural, y está situada en un área de hierba ligeramente crecida. La ladera está cubierta de hierba verde, y el fondo es una vista impresionante del mar azul encontrándose con el horizonte bajo un cielo claro y brillante. Los acantilados en el fondo son escarpados y empinados, lo que añade a la belleza natural de la escena. La atmósfera general es serena y contemplativa, y la persona parece estar sumida en sus pensamientos o en la creación contra el vasto y calmo océano.