En una adaptación de acción en vivo, No-Face se presenta de manera cautivadora. Su rostro es pálido y vacío, evocando una sensación de misterio y malestar. Lleva una amplia capa negra que se mueve suavemente con sus movimientos, como si siempre se fusionara con el entorno. Sus grandes orejas, llenas de una aura sombría, son difíciles de ignorar. No-Face se mueve lenta y deliberadamente, proyectando una presencia etérea. Bajo la iluminación, su rostro inexpresivo se vuelve aún más ominoso, ocasionalmente revelando emociones pasajeras: tristeza o ira, que resuenan profundamente en la audiencia.