Un plano medio de una chica japonesa de 18 años con piel pálida, cabello largo y negro con mechones plateados, peinada en ondas sueltas, que lleva delineador oscuro y lápiz labial rojo profundo. Viste un abrigo de terciopelo negro desgastado con cuellos altos y botones plateados, combinado con una falda negra en capas y botas de combate con cordones. Ella está de pie en el medio de un teatro gótico abandonado, rodeada de asientos rotos y cortinas rasgadas, su mirada está dirigida hacia abajo mientras sostiene suavemente una rosa negra marchita en sus manos. La iluminación es tenue, con un solo rayo de luz que atraviesa una ventana agrietada, iluminando las partículas de polvo en el aire. La escena evoca una sensación de melancolía y belleza olvidada, enfatizando la estética del punk gótico con un toque de decadencia romántica.