El físico atlético de Aquana está representado con meticuloso detalle, con cada fibra muscular y tendón visible bajo su piel translúcida y de tinte turquesa. Intensos relámpagos luminescentes de color azul eléctrico y púrpura estallan de su cuerpo, proyectando un resplandor etéreo y verde esmeralda en el agua circundante. Sus ojos esmeralda penetrantes brillan con una intensa y feroz determinación, rodeados por un halo de luz dorada que parece emanar desde dentro, con cada pestaña, vello de cejas y poro meticulosamente definido, como si estuviera esculpido en el más fino y luminoso mármol.